Arper es una empresa italiana fundada en 1989 en la provincia de Treviso gracias a la iniciativa empresarial de la familia Feltrin. Esta marca produce asientos, mesas y complementos decorativos para el hogar, la hostelería y la oficina que combinan estética, calidad y rendimiento elevado. Con el tiempo, la empresa ha adquirido una fuerte propensión al contract y a la internacionalización, gracias entre otras cosas a la colaboración con grandes diseñadores procedentes del mundo entero. Así nacieron colecciones como Catifa, verdadero bestseller de la marca, disponible hoy en día en distintas versiones, del que se han vendido dos millones de ejemplares en el mundo y cuya producción es imparable; o Kinesit, la serie de sillas de oficina que introduce brillantes notas de color en un contexto, como es el laboral, tendencialmente monocromático; o también las mesas Meety, pensadas para las reuniones de trabajo, pero que también pueden personalizarse y adaptarse a un entorno doméstico.
Arper: sofás, mesas y sillas para la casa y la oficina
Entre los muebles de Arper encontramos sofás estupendos como el Zinta Lounge, ligero, modular, diseñado con líneas esenciales, ergonómico y de longitud variable para adaptarse a distintas configuraciones. Naturalmente puede personalizarse en cuanto a acabados y colores y se integra perfectamente en los contextos más variados, desde el doméstico hasta el contract. Cross es una mesa alta original y espaciosa, adecuada para salas de reuniones, espacios compartidos y también para el hogar. Su diseño, con el enchufe central para conectar el ordenador, crea una isla de trabajo muy contemporánea y a la vez elegante y funcional. Completamente personalizable, Cross está disponible con distintos tipos de iluminación y configuraciones ad hoc entre las que se puede elegir según el contexto y la función. Aston es una silla de oficina ergonómica disponible en varias alturas. Aunque según el proyecto original está destinada a espacios de trabajo, esta silla, gracias a su comodidad, se integra en muchos contextos diferentes. Tiene una base con cuatro o cinco radios, es giratoria y de inclinación regulable. Además, dependiendo del uso a que esté destinada, puede elegirse con tapicería en piel o tela y en muchísimos colores diferentes.
La historia de Arper, de las sillas de cuero al diseño para el contract
La historia de Arper arranca en 1989, cuando Luigi Feltrin, junto a sus dos hijos Mauro y Claudio, convirtió la que antes era una empresa artesana, dedicada únicamente a la manufactura del cuero, en una realidad internacional especializada en la fabricación de mobiliario de oficina, para el hogar y la hostelería. Sus muebles se caracterizan por una fuerte propensión al diseño, nunca exacerbado, sino siempre al servicio del uso y la comodidad del complemento. La familia Feltrin resume los conceptos en que se basa su producción en seis puntos esenciales: equilibrio, familia, intuición, ligereza, color y juego. Además, se hace un minucioso seguimiento de cada producto Arper a lo largo de todo el proceso de fabricación, desde el diseño hasta el impacto ambiental que va a tener. Desde finales de los años noventa se abandonó la producción extremadamente sectorial de sillas de cuero, abriéndose a las piezas icónicas que todavía hoy encontramos en el catálogo, diseñadas por grandes artistas internacionales, como el estudio Lievore Altherr Molina, Jean-Marie Massaud, Simon Pengelly e Ichiro Iwasaki. En la actualidad, la empresa está concentrada en el contract, con líneas de productos diferenciadas según los distintos segmentos de mercado, siempre teniendo en cuenta los pilares en que se basa toda realización: el color, la flexibilidad y la adaptabilidad, la agradable sensación de las formas ergonómicas. Once showrooms en todo el mundo, distribución en noventa países y unos 250 empleados hacen de Arper una realidad internacional, fuente de prestigio para Italia.
El diseño sostenible de los productos Arper
La idea a partir de la cual Arper concibe cada uno de sus productos es que el mundo que diseña es el mundo en el que quiere vivir. Y esto solo es posible reduciendo el impacto ambiental. Para cumplir con este compromiso, en 2005 la empresa creó un departamento dedicado precisamente a la sostenibilidad, donde se definen las políticas y los estándares de calidad, no solo para la producción, sino también para que el ambiente laboral siempre sea saludable para los que trabajan allí. Como prueba de este compromiso hay muchísimas certificaciones que les garantizan a clientes y trabajadores que los esfuerzos realizados van en la dirección correcta. Desde 2007 Arper aplica el Análisis de Ciclo de Vida a algunas de sus colecciones: su finalidad es analizar cada paso de la producción, de la elección de los materiales a la fabricación de las piezas, del transporte al uso, hasta su posible eliminación. La idea de partida de esta atención también se refleja en el diseño y en el principio según el cual un producto “bien hecho” tiene una vida más larga, su calidad permanece inmutable con el paso de los años y el diseño seguirá en la cresta de la ola.
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